Abril

jueves, 4 de septiembre de 2008

Cruda realidad

Salí el Lunes por la tarde/noche, bastante motivado a correr. Me sentía bien.

Tenía idea de correr 10km intentando hacer la mejor marca posible (en Mayo antes del parón paré el crono en 52:22).

Empecé flojo, para calentar inicialmente. Desde Muñoz León, por detrás del hospital hasta el río. Cuando alcancé los 2km aumenté considerablemente el ritmo.

El tercer kilómetro lo hice en poco más de cinco minutos, esto me desmotivó un poco porque yo pretendía bajar de esa marca, todavía estaba fresco.

Corrí hasta el kilómetro 5 a ese ritmo bastante alto, sobre los 5:15 los tres kilómetros. Ya estaba bastante cansado, decidí bajar el ritmo para poder acabar dignamente los 10km, no quería parar antes de esa distancia por intentar ir más rápido.

El kilómetro 7 y 8 también los hice más rápido, vaciándome ya, aunque estaba casi rebasando los 5:30. A partir de ahí un suplicio.

Entré en ese estado que las piernas andan solas porque tu cerebro ya no es capaz de mandarle más órdenes, estaba muerto. Tenía la sensación de que me iba a tropezar con mis propios pies y caería al suelo sin fuerzas para volver a levantarme.

Más mal que bien, acabé el recorrido. Tiempo total 56:32. Ritmo medio 5:38 min/km.

Sensaciones: Me costó demasiado acabar esos 10km. Estoy con un ritmo de entramientos bastante altos y eso hace que mis piernas estén muy cargadas, no obstante, me parece que no debería haber terminado tan cansado.

Espero que en estas tres semanas largas que quedan hasta la nocturna pueda mejorar los tiempos y logre acabar los 12km en ritmos de 5 min/km.

El miércoles salida en bicicleta y el viernes (if it's possible) a correr 10km de nuevo.

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